Muchísimas veces las ideas más creativas e innovadoras se nos
ocurren cuando estamos alejados de la pantalla de la computadora. Y a la hora
de estar frente a ella esa “creación”
se esfuma de nuestra mente. Es cuando el trabajo aparece y en ocasiones se
parece a esas ideas que dejamos escapar.
El hábito de escribir es quizás un método por el cual
nuestros granitos de arena de creatividad obtienen su llave a la libertad, a la
palabra expresada.
Podría enumerar claves para que cada uno de tus posteos sean
de los más creativos. Pero el azar
no funciona así. El pensamiento divergente
es tan libre que se aparece a nuestra
mente cada vez que tiene ganas. Es imposible tenerlo de rehén mientras queremos
sacarle todo el jugo.
Cuando menos lo esperamos desaparece y nosotros de igual
manera nos quedamos con ese gustito en los labios que nos da ideas para
escribir, como quien despide a un amigo
que volverá a ver pero que no sabe cuándo.
Este amigo siempre trae anécdotas graciosas y alegres que nos
dan la sensación de estar entre las nubes, las estrellas y aquella mascota que
recordamos de nuestra infancia.
La inspiración. Admiro la inspiración
y maldigo el trabajo de escritor. El trabajo de escritor es una porquería en
la que nos esforzamos por hacer sentir tan feliz al lector como lo somos nosotros
mismos cuando nos invade el alma la inspiración.
No hablo de musas. No. Eso es diferente y hermoso en cada ser
de la tierra y para todos los aspectos de la vida y obra de la humanidad.
Hablo del bienestar espirit-psico-fisic-bio-social
en el cual nos encontramos con el alma lleno de “eso” que queremos compartir.
El escritor es un ser circunstancial supeditado a la idea que
quiere compartir. El escritor no existe, ni debe existir, es la idea la que
debe sobrellevar su existencia.
¿Cuánta poesía
grabada en nuestra piel tenemos con escritores ausentes? Miles en
casos. El autor vive en cada verso, en cada construcción sonora y cada vez que sentís
“eso” que es lo que verdaderamente importa.
A veces pasamos días enteros en intentar constituir una oración
con cohesión, coherencia, sin redundancias, con fuerza, que suene con belleza
cada palabra. Nos esforzamos en un trabajo cansino y de hormiga intentando construir nuestra propia Torre Eiffel.
Sin embargo cuando nos visita nuestra amiga somos capases de
crear un universo de emociones tan solo presionando la primer letra de nuestro
teclado.
El pensamiento
por encima de la persona y esa persona se multiplicara en miles de pensamientos
nuevos y tantos así como personas halla.
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¡Pero cuánto llena escribir al escritor! Es vaciarte y poner al alcance de los demás lo más preciado de uno, sus pensamientos y sensaciones ¿Verdad?
ResponderEliminarTotalmente! Ambos, lector y escritor llenos por esa mística!
EliminarSi que pasa si,tienes una buena idea y cuando consigues tener el pc frente por frente te quedas en blanco ... no veas como jode :S
ResponderEliminar¡Buen post! ^^
Si nos habrá pasado... De igual modo no dejamos de escribir. Saludos
EliminarNo lo había pensado, pero ciertaqmente me has hecho reflexionar con el concepto intrapersonal del escritor ausente mientras escribe. Porque precisamente me siento así. Soy tan feliz que no me importa mientras me expreso el pasado y el futuro, porque estoy en modo mindfulness sin pensar siquiera tampoco que vivo un momento de atención plena. El escritor que escribe pensando en algo externo en el momento de la ejecución debe tener planificado todo de antemano y le deben de pagar bien, lo cual no es malo per se. Quizá pienso así porque todavía no he publicado el libro que estaba escribiendo. Je,je. cuánta razón he encontrado en este post. Y sensatez a la hora de expresar qué es crear y ser creativo. Una medida de uno mismo es pensar si en ese preciso momento se siente feliz o infeliz. Entonces, algo falla.
ResponderEliminarUn abrazo
También me veo reflejado en vos. Yo tambien debería seguir trabajando en mi libro, pero me autocondiciono al pensar en lo exterior que conlleva la publicación del mismo. Escribir debe ser libertad en todo sentido. Y está en nosotros alcanzar la libertad cada vez que escribimos.
EliminarUn abrazo!
escribo porque es una necesidad personal después de escribir es como después de comer cuando tenés hambre
ResponderEliminarabrazos me gusta lo leído
Es uno de los mejores ejercicios para el alma! Te felicito!
Eliminar¡Chapó!
ResponderEliminarDi que si,cada persona es un mundo,un punto de vista diferente así que hay millones de pensamientos diferentes,todos aceptables siempre y cuando sea con educación,¡Buen post! :)
Muy buenas!!
ResponderEliminarComo escritora estoy de acuerdo pero a la vez algunas partes de tu post no me terminan de convencer. Me explico. Das a entender que la única parte "divertida" de escribir sea tener la idea y esa inspiración previa a la escritura. En cambio, personalmente yo disfruto más del momento de plasmarla en el papel y ver lo que da de sí y mucho más después de compartirla y comentarla con alguien.
Sí que estoy muy de acuerdo en que hace falta un estado de ánimo y que hay que guardar las ideas de cada situación, porque nunca se sabe si justo el día que te sientes a escribir no te saldrá nada y tendrás que recurrir a esas ideas "sin usar" cuando ya casi se te hayan olvidado.
Un abrazo!
Sólo un capítulo más.
Te espero más seguido por acá con tus precisas apreciaciones!
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