[Palabras Frías III] Hoy Morí Dos Veces




Hoy me tocó morir dos veces, fui anciano y morí de cansancio, fui joven y morí accidentado.

Morí de distintas maneras, en distintas situaciones, en disímiles latitudes, morí y volví a la vida.

Muchas veces me di cuenta que ya había vivido y otras se me revelaron a la memoria en otras vidas, después de muerto me di cuenta que había vivido.

Muchas veces dije que ya había vivido otras vidas, pero la gente no me creyó, así fui poeta, profeta y también fui loco; me condenaron por mis palabras, a la hoguera, al destierro, al manicomio; pero también a la fama de un gran cantante contando historias, que eran verdad, aunque solo sonaban a canciones.

Fui un doctor y un estudiante, fui a la escuela solo para poder comer, morí en un quirófano, viví largas vidas y fui apenas un bebe cuando me tocó volver a ser otra persona. También fui un nonato.

Fui un dios para mi tribu, fui el aliado del diablo para otros. Fui hermano de mi hermano y fui al mismo tiempo hermano mió, raras veces las que me tocaron ser mas de una persona al mismo tiempo.

Debería poseer la sabiduría de muchas vidas pasadas, pero la sabiduría, a veces, solo me sirvió para conseguir un plato de comida caliente y otras tantas para sentir un puñal en mi espalda.

Me di cuenta que el hoy es eterno, pero también viví en un día después y luego viví antes, fui y vine sin entender muchas cosas, siempre es hoy, pero fui ayer y alguna vez fui mañana y no se si hoy es un mañana o es un ayer o lo será.

Las horas, los minutos, los segundos, las secuencias en lo que todo ocurre, lo que ocurrirá y lo que ocurrió, lo que esta ocurriendo ahora en lugares distintos, el futuro y el pasado mezclado en un hoy que en algún momento tendrá fin, o quizás ya lo tuvo, esto no me queda del todo claro, porque no sé si repetí vidas completas, quizás algún día lo recuerde.

Había vidas buenas, con esperanza, con convicciones y contextos favorables para ser feliz. Hubo otras vidas en las que solo penaba y una tras otras las cosas sucedían mal, heridas y heridas en mi cuerpo, enfermedad, peste.

Fui amigo de grandes personas que nunca me dejaron caer y también morí solo, en un cuarto sucio, lejos de mi familia, abandonado.

Convencido tomé malas decisiones, cambie mi vida de felicidad por desgracia y desdichas. También viví amargado y desdichado y encontré en mí las fuerzas necesarias para cambiar mi vida y ser feliz.

La soledad existe en todos los paisajes, hermosos paisajes existen sin soledad, los vi a todos. Viviendo en países europeos o africanos, muchas veces con el mismo nombre, la misma fe y esperanza en la humanidad, pero con lenguas diferentes y dioses enemistados, maté personas. Fui de todas las religiones, muchas se parecen demasiado, otras, después de un tiempo dejan de ser lo que eran.

Hay un sinfín de verdes sobre la tierra, y cuando fui ciego los vi a todos. Fui un niño que murió de hambre en cada uno de los cinco continentes, también fui un estadista que puso las cifras de los niños que mueren de hambre en los cinco continentes, fui parte de cada una de esas cifras, fui quien las vivió y fui quien las escribió.
 
¿Les dije que también fui animal? Fui un pájaro que volaba entre las montañas, fui un pez en un lago, un grillo de canto nocturno, fui un escorpión y una serpiente. Fui domador de serpientes en una cultura lejana, fui una vaca y fui un ternero. 

Fui hombre y fui mujer, fui niña y anciana, pero también fui persona y amé sin preguntar nada. Fui amor de otros amores, amé y amé con varias vidas, amé ancestralmente y amé por un instante, muchas veces morí por amor, por amor a personas, a reyes, a costumbres y a dioses.

Pocas veces fui árbol, pero una vez corté uno y sentí dolor en mi mismo. Sentí dolor de como las personas matan la vida en el planeta, fui vida y muerte.

Inspiré muchas historias, cambie verdades por mentiras y surgieron otras historias, vi ríos de sangre y montañas de oro. Vi montes sobre los cielos y gigantescas bestias en las profundidades de los mares.

Fui mujer culta, en varias culturas; fui hombre imbecil, en varias culturas. Me mataron para robarme unas zapatillas, morí por mala suerte, morí joven, morí anciano, por accidentes, por negligencias, también morí muchísimas veces sin saber porque me mataron, simplemente moría. 

También fui asesino, muchas veces, asesiné por muchas razones y a veces no sabía porque asesinaba.

Fui rencor y remordimiento, fui santo y pecador, leal y traicionero, fui también una vida sin pena ni gloria, fui triunfos y fracasos, deportista, empresario, hombre de campo, fui reina y esclava, fui las cosas que me acuerdo, pero sé que con el tiempo y las vidas y las muertes, recordaré que en algún tiempo fui algo que hoy no recuerdo.

También fui fantasma, fui alma en pena, fui pena que atravesaba las paredes y movía cosas, fui el terror de los vivientes pero muchas veces no sabía que era un fantasma. Tuve, como se imaginaran, muchos nombres y muchos hijos, morí en una cruz varias veces, morí apedreada pero también de enfermedades, de guerra, de hambre, de gula, tantas otras veces me suicidé.

Hay dolores infinitos, hay felicidades eternas, lo que se también es que fui dios en la tierra, pero jamás en ningún otro lugar, tuve fe en los dioses, quizás, ofendí a ellos y por eso no me dejan ir a esos cielos que prometen los religiosos.

Fui, también, como dije antes, dos personas al mismo tiempo, ahora sé que soy escritor y escribo esto, pero también, quizás, soy el que está leyendo estas palabras, y ahora recuerdo todas mis vidas pasadas y las futuras que ya ocurrieron.

22 de Julio



"Decretado está: el fin, será el 22 de Julio. Decretado por los cielos, el comienzo. El fin y el comienzo. El final abrupto y el comienzo sereno de la nueva era.

Los finales no son abruptos, pero en algunos casos se puede vislumbrar perfectamente como un punto final, en el mismo momento en que ocurren.

Muchas veces lo que ocurre es que podemos, después de un tiempo, ver el final de una era estando a la mitad de otra, quizás siempre mirar el pasado es ver los fines y los comienzos, quizás por regla científica de los estudiosos de la historia, de la historiográfica mas precisamente. 

Entonces, volvamos a la primera línea. El final estaba decretado para Matiantis, ciudad de muros fuertes, aliados fieles y diplomáticos hábiles. Estaba declarada. Era el fin cercano. Faltaban ya pocos días, mas la población no temía. Sabía desde siempre esta fecha. Sabía que iba a suceder, un fin temible, abrumador y eficaz."

-Es malísimo... muy malo ¡Le pusiste tu nombre a la ciudad! ¿En que estabas pensando? ¿No vas a parar de mirarte al espejo?...
- ¿Y vos qué mierda sabes? Es solo el comienzo le falta pulir mucho...

Le arrebató de la mano la hoja con esos primeros párrafos escritos a modo de borrador, bramaba de ira contra su hermano menor.

- Bueno che, no te enojés...
- Me enojo todo lo que quiero, porque sos un estúpido...
- Mirá pelotudo, si no querés que te de mi opinión sobre tus textos de mierda no me los mostrés más. ¡Y que te de una opinión tu abuela! ¿Sabés? ¡Tu abuela!
"Es la misma que la tuya, bobo" murmuró mientras abandonaba el living y subía las escaleras hacia su habitación. "Pendejo de mierda, pendejo de mierda" repitió varias veces mientras se acostaba en la cama y con las manos se tapaba la cara.

"Todo lo que hago esta mal" pensaba "pero esta vez no, esta vez no todo esta mal. Lo único que esta mal es habérselo mostrado. A él, que no entiende una chota. Es un pelotudo además..." siguió lamentándose. 

El pibe le había metido mucha ficha a la creación de esa idea que torpemente había escrito. Pero estaba tan contento, le parecía una historia fabulosa, por eso se lo quiso mostrar a su hermano. 

Tenía la historia de la pareja principal, un varón que se enamoraría perdidamente de una muchacha de los arrabales, ella primero lo odiaría porque que la familia de él le había estado robando el pan a su familia, de clase obrera, pero que con varios encuentros ella también se enamoraría y podrían tener un amorío hasta que él pudiera tener un puesto de poder donde repartiría los bienes y... "el pelotudo ese, ¿Quién mierda se cree que es para pisotear lo que habría sido la mejor historia que se me ocurrió desde que soy escritor?" Matias dice que es escritor, "porque el que escribe ¿qué es sino? Un escritor, obvio" y nadie quería refutarlo. En parte tiene razón, lo que esconde es que el anhela con toda el alma llegar a ser un gran escritor. Por eso se inscribió en la Facultad de Filosofía y Humanidades de La Universidad Nacional De Córdoba, en la carrera de Licenciatura en Letras Modernas; está en primer año pero ya dice que quiere ser profesor de la universidad, que va a crear una cátedra específica para explicar lo maravilloso de su propio arte.

Todo lo que Matias escribe se lo da a devorar Daniel, su hermano mas chico, de 13 años. Daniel no tiene pelos en la lengua, dice lo que le parece y de verdad no le importa una mierda si sus palabras pueden llegar a ofender a las personas a las que va dirigida. Matias se las presenta igual, necesita su aprobación aunque diga que no. Daniel parece ser un critico de todo y al que toda la familia le presta mucha atención a lo que el decida. Es así que la última vez que se fueron de vacaciones el lugar lo eligió el más chico. 

Papá y Mamá trabajan todo el día. Papá es albañil y viene muy cansado al caer el sol, Mamá cuida a una viejita a la mañana, a varias cuadras de la casa de ellos y por la tarde limpia algunas casas. La mano esta dura y tienen que hacer muchos esfuerzos, ahora que hay trabajo.
 
Matias este año comenzó la facultad y Daniel continúa en la secundaria. Ambos de pocos amigos. Pero Daniel es mucho más extrovertido que Matias. Quien además sufre mucho para lograr una conversación con las mujeres y para colmo de males expresivos está enamorado de su única amiga. "Sos un cagón de mierda vos ¿Cuándo le vas a encarar a Lore? ¿Vos pensás que ella no sabe que te mareas por ella? Ella ya sabe todo papá, pero espera que vos le demuestres lo que sentís. ¡No entendés nada de mujeres vos, eh!" suele maltratarlo Daniel, a lo que Matias le responde que es él que no sabe nada. Pero ambos saben que no le dice nada por miedo.

Desde que Matias escribe, perdón, desde que Matias es escritor (como le gusta corregir a los que hablan del tema) el único lector ha sido su hermano. "Te falta creatividad Matias" es una de las primeras frases que usa Daniel para referirse a los escritos. "Le falta alma a tus palabras che... solo agrupás oraciones, poco descriptivas. Eso esta mal. Dale mas sabor a tus descripciones, contá más de los personajes. Porque de verdad que ese tal Jacinto no se entiende si es un herrero pelotudo o un chabon yankee con doctorado en decir boludeces, ¿me entendés?" le había aconsejado cuando le presento "La Historia de Jacinto, Herrero Filosófico de Derecha." Los consejos no estaban mal, lo que estaban mal eran los textos. Pero bueno, ¿qué se puede esperar de alguien que recién comienza? "¡Qué lo hagas bien, pedazo de forro inservible!" contestaba Daniel.

Papá volvió tarde, casi de noche, no dijo ninguna palabra cuando atravesó el living. Se fue derecho bañarse para sacarse todo el cansancio y la mala onda de un miércoles sumamente caluroso, también algún que otro olorcito a alcohol, sabía que a Mamá le desagradaba.

"Otra vez tomando..." había dicho Mamá, que cocinaba mientras los hermanos discutían, para variar:

- Ya te dije sos un pelotudo, como el personaje de la otra vez El Indio... Carajoren.
- Zatazoen, El Indio Zatazoen.
- ...el indio poronga ese, ¿vos te pusiste a pensar? ¿Un indio de las montañas que encuentra una píldora entre unas piedras que es la cura para la enfermedad más fuerte del universo que habían traído los alienígenas? ¿Posta? ¿Vos me estás cargando?
- ¿Qué, qué tiene? ¿Qué tiene de malo? ¿Alguna vez escuchaste una historia así? ¡NO! ¡JAMÁS!
-Bajá la voz Matias - sentencio Mamá.

Después de unos segundos:

-esa historia es malísima...
-terminala culiao'
-posta es malísima, solo a vos se te ocurren historias tan malas. ¿Porque no escribís algo como: "Di Algo En El Diálogo" o "A Orillas De La Luna" o algo como "Al Otro Lado Del Papel", "El Sol De La Mañana", "¿Es tu Alegría Mi Dolor? Yo Caeré", "Saturad", "¡Feliz Cumple Mi Reina!", "Celeste De Los Cielos Rojizos"?

Interminables títulos le daba Daniel, cada uno de ellos era una historia que Matias no sabría escribir, pero como títulos eran geniales. Matias escuchaba con atención las palabras de su hermano, lo admiraba, tenía facilidad para las palabras, justo lo que a él le faltaba.

-¿Y si escribo sobre un escritor que no sabe escribir?
- ¿Y se va a llamar Matias?
- ¡No me tratés de estupido eh! Que te voy a cagar a trompadas ¡Gil!
- ¡BASTA! ¡BASTA LOS DOS! 

[Palabras Frías II] La Nube Negra




El barrio desolado, el viento frió por fin estaba quieto, hace tres cuadras que camino por el mismo lado de la vereda. Un perro ladró desde el patio de una casa, (¿desencadenando mi temor?) luego, volvió al silencio la noche fría. 

Ya quiero llegar a casa, estoy violando la cuarentena y pienso en la policía. Que me lleven preso no es la mejor idea, siento. 

Hay algo raro en la noche, la luna también me persigue. Me toca pasar por una cuadra completamente oscura. Hay algo que anda mal, prefiero caminar por el medio de la calle, desconfío de lo oscuro de las casas. Hay mucho silencio, escucho mi pulso y exhalo nieve blanca, tan blanca como la luna, la plateada que desde el cielo me está diciendo que algo malo va a suceder, aprieto el paso y sonrío, sonrío para convencerme que lo que estoy pensando solo son ilusiones, camino más rápido, siento frío en los muslos y escondo las manos cruzando los brazos en el pecho intentando controlar que mi corazón no salga de ahí. 

Mi cara ya esta expresando un terror inexplicable, como la nube negra en la que estoy caminando, es la misma calle oscura que parece que empecé a caminarla en el 1800. Llego a una esquina y veo que hacia la derecha a unas cuadras hay, por fin, una farola encendida, no sé que hora es, quiero salir de la nube negra. Las pulsaciones mejoran, la luz está a una cuadra, sigo por el medio de la calle, no quiero que...

Llego a la luz, ya respiro normal, freno dos segundos, suelto una carcajada por mi mente estúpida. Después de esta luz no veo otra. No importa, saco de mi bolsillo una bolsita, recobro la energía.

Camino a paso libre, ancho, dominante, vulgar. No me da miedo nada. La noche es la noche, la luna una cosa redonda que brilla. No hay nadie en la calle que me rompa las pelotas y las estrellas no están porque la estrella soy yo.

Siento tras de mi un auto, "que choquen, que me importa". El efecto termina. Miro hacia atrás, es el auto de la policía, hecho a correr desesperadamente, a la derecha entro en un pasaje totalmente oscuro, giran las luces azules, escucho que aceleran, corro por la callejuela, en una casa sin rejas entro y me tiro en el patio, el césped esta húmedo, cierro los ojos, el patrullero pasa despacio, los despisté. 

Abro los ojos, sonrío. Se fueron, no sé por donde pero sé que tengo que tomar el mismo rumbo que acaban de dejar y estar más atento. 

Camino varias cuadras, el aturdimiento hace efecto, el frío se apodera de mi cuerpo, me tiembla la quijada y me sudan las manos. La luna vuelve a perseguirme, se hace mas grande y me anuncia que esta pronto a acabar con mi vida.

La noche se llama Sinestrellas y la ciudad, Sinluz. Las calles están en silencio, ni siquiera el murmurar de los grillos se hace presente, almas errantes circulan por doquier y atraviesan mi cuerpo en el eco de cada uno de mis pasos. Puedo sentir que no habrá amanecer alguno. 

Me late la cien y un malestar general me acompaña. Otra vez mi corazón me pide salir, está luchando contra todo lo que está ahí adentro de mi pecho, al lado del miedo.

Varias veces me tiré al suelo o me escondí tras de un árbol cuando venía un auto. Fueron vehículos particulares, ya no de la policía. La desesperación fue la misma y estuve al borde del romper en lágrimas, ya no la estoy pasando bien.

La oscuridad está en mi pecho, en mi cabeza y en mis huesos, estoy en la nube negra y quiero salir ya. No soporto la idea de una noche eterna, ya no sé donde está mi casa ni en que barrio estoy.

Mis pasos son erráticos, casi me caigo, sufro los pasos que doy, no sé a donde me dirijo, estoy perdido y camino hacia...

El llanto y los gritos, fueron después. Primero la noche se detuvo, la ciudad, la luna, la nube negra, mi cuerpo e inclusive el silencio, todo quedó en pausa.

 Dos ojos se dirigían hacia mí, hacia mi estático universo, crecían esos ojos de muerte bastarda, brillantes y amarillentos ojos de gato, de gato negro en la espesura de la quieta nieve negra. Directo, recto se dirigía hacia mi centro craneal, pero pasó volando dejando en mis oídos su canto espectral, su grito de águila sin fin, el augurio de muerte del búho rompió mis viseras. Las alas me rozaron la piel, el perfume del plumaje activo las arenas negras del tiempo. Caí de rodillas al piso.

[Palabras Frías I ] Te Quiero Ayudar




          Te quiero ayudar, 
          sé de lo que sufrís. 
          Conozco esa soledad, los ojos de cristal 
cuando dicen esa palabra, 
          la angustia pegada a la almohada. 
          El miedo a dormir 
          y el miedo a despertar, a saber que el día se puede repetir. 
          Las ganas de no estar, 
          de no tocar nada, ni a nadie, 
los llantos en el baño. 
          Sé de tus daños, que los postergan los abrazos. 
          Sé de tu sonrisa, no la que mostrás, sino la que tenés guardada. 
          Por eso te quiero ayudar. 
          Por eso te voy a ayudar: 
          te acompaño, te quiero, te espero.

Sentir Belén

Alma que no conozco, La siento tan hermanada De sensaciones en cascada: Hablo de rastros imperdurables En caminos intangibles, ...