Déjame
decirte que siempre habrá quien se enamore de ti.
De tus días nublados,
soleados
De tus paisajes
soñados, dorados
De tus
caricias y consejos, sin fin
Si en tu
soledad piensas que jamás habrá quien se enamore de ti, déjame decir que te equivocas,
se enamorarán.
De tus ojos
y cabellos
De tus celos
y esmeros
De tus días de
furia loca
De tus manos
y tu boca
De tus
gritos atroces pero también de la suavidad de tus voces.
De tus
arrugas
De tu
inocencia e ignorancia
De tus
saberes y tu arrogancia
De las horas
para tu soledad
De tus
excentricidades y complejidades
Pero también
de tus mediocridades y gustos comunes
De tus conversaciones
amenas
De tus mates
tibios
De tu cerveza
caliente
De tus
sarcasmos altivos
De las lágrimas
de rabia e impotencia
De los días sin
momentos para vos
De tus
pensamientos ambiguos
De tus ganas
de progresar
De tus intenciones de compartir momentos bellos
De tus ganas
de perseguir esos sueños hasta que se te hagan realidad
Del mundo de
tus pupilas
De lo que
miras
De tus
logros a medias
De tus
triunfos y tus tristezas
De tu holgazanería
De la virtud
de tus fuerzas incansables para pelearle al mundo que tanto daño te hace
De tus
momentos de pausa
De tus sensaciones
simultaneas
De que a veces
pierdas la guía y no sigas una línea
De esas
incansables inseguridades
Que se van a
enamorar de ti dalo por seguro
Aunque ahora
el espejo te lo quiera negar
Aunque te
escondas y construyas muros
Aunque solo
te vean pasar
Aunque hoy
no mostraste tu mejor sonrisa
Aunque no tengas
tiempo y todo marche deprisa
De ti se van
a enamorar.