¿Vamos Con Shoy?






Shoy es un flaco cualquiera. De lo más desprolijo y con suave andar, sueña que no se mete con nadie. Su frase máxima es “la mejor forma de ganar todas las peleas es no peleando” que escuchó decir de un verdulero a su tío Surti Gonzales, del cual hablaremos en otra ocasión.

¡Ah, sí! tengo que seguir describiéndolo, claro (soy medio olvidadizo disculpen). El chabón circula por la calle, le encanta caminar por la calle. Literal. Hasta que, claro, recibe algunos bocinazos y algún insulto. Lo hace para llamar la atención, claro, como todos lo hacemos.

Bueno, Shoy, el chico este del que les estoy hablando es un estudiante de filosofía o al menos así se presenta, porque para los que no lo saben él no aprobó el cursillo para el ingreso y lo tendrá que hacer de vuelta el año que viene. Así que este año tiene para chamullar a todos sobre lo que sea.

Y es así. El otro día me dijo:

-Che Mati, cuando miras las estrellas ¿Posta que no te sentís observado?

Lo miré, es enero a las 3 de la tarde y estamos esperando el colectivo con 39° a la sombrita de medio árbol. Imaginate mi cara.

-Porque posta que yo las miro- continuó como si nada- y digo: ¡no puede ser tanto cielo solo para nosotros! ¡No es justo! Y más aun no es justo que tanto espacio sea solo para nosotros y no tener como navegarlo, pareciera que el que invento este juego le faltó inversores. Porque posta que hay arte en la naturaleza y nuestros ojos de mierda ven la tv. Eso de libre albedrío es una pavada, una regla torcida.

-¿Me decís que no puedo ver la tv porque el universo es hermoso? El calor te está afectando che date cuenta…  

-La tv es una mierda, ni los canales de ciencia son buenos. ¡Todo circo! Un  capítulo de un buen libro son 10 años luz de televisión. Escucha lo que te digo y haceme caso. Yo sé porque te lo digo.

No le respondí. Obvio que tenía razón pero no daba más del calor. Y el colectivo no venía.

Después de unos minutos en silencio, retomó un discurso; como era costumbre no seguía la trama anterior…

-¿Sabe las veces que veo a los pescadores y me imagino mil historias? Yo no sé cómo hay gente que mira el mar y no escucha en el viento su susurro de anécdotas, gente que ve su espuma y no llora de emoción por los años y la sabiduría que traen a nuestras playas…

Shoy vive en una provincia en el centro del país, sin contacto con el mar. Solo lo vio una vez cuando tenía 5 años y había ido de vacaciones a casa de unos primos.

-Yo no los entiendo, chocándose en esta jungla de cemento con olor a cloacas, ¿Me querés explicar cómo llegamos a esto? Toda la semana matando vecinos para llenar el plato y juntar unas monedas. ¿Para qué? Para gastarlas el fin de semana yendo al río a despejar la mente. ¡DESPEJEN LA MENTE EN LA SEMANA, CARAJO!

Se exaltó sin darse cuenta, pensé que terminó pero…

Se acomodó los lentes, respiró y – ¡Y no te quejes del calor eh! Si no vas a hacer nada por el cambio climático, no te quejes. Mejor infórmate sobre los desperdicios que tiran las grandes multinacionales en los ríos y cuando sepas eso: ¡Tampoco te quejes! No, mejor juntate con unos amigos y explícales cómo va el tema y ahí recién haces algo.

-Lo que voy a hacer es ¡no salir más con vos! Y en casa ¡me voy a comprar 3 aires acondicionados! ¡Y los voy a poner al palo! ¡A 100° bajo cero! ¡Y que se cague el mundo!- lo decía solo para sacarlo de sí.

-Y si. No espero otra cosa de vos. Pero quédate tranquilo que tampoco es tu culpa. Mira, los estereotipos gobiernan tus decisiones, atracciones, gustos y placeres. No es tu culpa, pero no seas tan cobarde de darte cuenta y no hacer nada.

Obtuve la respuesta que no esperaba, pensé que me iba a retar como nadie. Pero me dejo una reflexión. No soy yo el máximo culpable pero si lo sé y no hago nada: esa si es mi culpa.

El conocimiento nos modifica.

Segundos más, subimos al colectivo y aunque nos sentamos juntos durante los 40 minutos de viaje, no dije una palabra. Shoy, este tipo que aparentaba ser otro número en la ciudad, daba en la tecla de mi conciencia.

Al despedirnos, solo atiné a decirle: ¡Gracias!
_____________________________________

¿Coincidís en como lo sintió Mati?  ¿Shoy te sugiere otra reflexión? 



Te invito a continuar leyendo mis publicaciones.
Comentá, Seguime y Compartí si te Gustó.
22





Veo la Pagina en Blanco y Lloro




Muchísimas veces las ideas más creativas e innovadoras se nos ocurren cuando estamos alejados de la pantalla de la computadora. Y a la hora de estar frente a ella esa “creación” se esfuma de nuestra mente. Es cuando el trabajo aparece y en ocasiones se parece a esas ideas que dejamos escapar.

El hábito de escribir es quizás un método por el cual nuestros granitos de arena de creatividad obtienen su llave a la libertad, a la palabra expresada.

Podría enumerar claves para que cada uno de tus posteos sean de los más creativos. Pero el azar no funciona así. El pensamiento divergente es tan libre que se aparece a nuestra mente cada vez que tiene ganas. Es imposible tenerlo de rehén mientras queremos sacarle todo el jugo.

Cuando menos lo esperamos desaparece y nosotros de igual manera nos quedamos con ese gustito en los labios que nos da ideas para escribir, como quien despide a un amigo que volverá a ver pero que no sabe cuándo.

Este amigo siempre trae anécdotas graciosas y alegres que nos dan la sensación de estar entre las nubes, las estrellas y aquella mascota que recordamos de nuestra infancia.
La inspiración. Admiro la inspiración y maldigo el trabajo de escritor. El trabajo de escritor es una porquería en la que nos esforzamos por hacer sentir tan feliz al lector como lo somos nosotros mismos cuando nos invade el alma la inspiración.
No hablo de musas. No. Eso es diferente y hermoso en cada ser de la tierra y para todos los aspectos de la vida y obra de la humanidad.

Hablo del bienestar espirit-psico-fisic-bio-social en el cual nos encontramos con el alma lleno de “eso” que queremos compartir.
El escritor es un ser circunstancial supeditado a la idea que quiere compartir. El escritor no existe, ni debe existir, es la idea la que debe sobrellevar su existencia.
¿Cuánta poesía grabada en nuestra piel tenemos con escritores ausentes? Miles en casos. El autor vive en cada verso, en cada construcción sonora y cada vez que sentís “eso” que es lo que verdaderamente importa.

A veces pasamos días enteros en intentar constituir una oración con cohesión, coherencia, sin redundancias, con fuerza, que suene con belleza cada palabra. Nos esforzamos en un trabajo cansino y de hormiga intentando construir nuestra propia Torre Eiffel.

Sin embargo cuando nos visita nuestra amiga somos capases de crear un universo de emociones tan solo presionando la primer letra de nuestro teclado.

El pensamiento por encima de la persona y esa persona se multiplicara en miles de pensamientos nuevos y tantos así como personas halla.

Te invito a continuar leyendo mis publicaciones.
Seguime y Compartí si te Gustó.
22


Educación para La Tristeza






La educación en su sentido amplio de la palabra no es solo impartir conocimientos duros de un educador a un educando. El sentido más amplio es el de la incorporación de todos los hábitos y costumbres de una sociedad al incorporando. Es así que no solo se cultiva la mente sino también las emociones. Es ahí donde hay una gran deuda en los más altos estándares de la curricula escolar. He aquí una de las faltas más sonoras que repercute en nuestros adultos, adolescentes y pre adolescentes.

En la educación emocional, olvidada y ninguneada por las instituciones educativas de todos los niveles, encontramos una de los peores baches institucionales de nuestra sociedad.

Los libros de pedagogía emocional son directamente descartados a la hora de la creación de las curriculas escolares, hablo también de las de formadores de profesionales.

Ningunear los sentimientos es ningunear al ser. Un conocimiento duro es solo una roca, sin una emoción que pueda encontrarle una utilidad social satisfactoria para el conjunto.

Si las emociones son olvidadas por los conjuntos que componen el entramado social (para el cual la única posible es la felicidad producto del consumo de bienes y servicios) la más olvidada es la tristeza.

La tristeza es la emoción más ninguneada por nuestra sociedad. Inclusive es suplantada por diagnósticos psicosomáticos como estrés, depresión, incluso pesimismo, etc.

Sin embargo la tristeza es una de las emociones que más nos acompaña en la vida. Ninguneada por las instituciones, desacreditadas por la sociedad, incomprendida por la familia y reducida a “no estés triste” por los amigos; nos vemos obligada a reprimirla e ignorarla. Pero ya sabemos cómo sigue la historia.

Al reprimir nuestras emociones por no estar aceptadas en nuestro entorno, lo que hacemos es dejar que esta se manifieste en de distintas maneras, destruyendo en casos nuestra vida amorosa, familiar y social.

Un primer paso es poder identificar verdaderamente nuestro foco de tristeza, repreguntarnos qué la produce, en qué momentos la siento con mayor intensidad, con qué o con quiénes no la siento del todo. Al identificarla, esas primeras preguntas nos ayudaran a desarrollar una idea de cómo poder sobrellevar la tristeza y a posteriori superarla.

A decir de las instituciones sobre el tema:  se debe incorporar en la curricula pensamientos sobre la corriente fenomenológica y autores destacados del pensamiento más crítico en cuanto a satisfacciones de la felicidad social, dos destacados en mi humildísima opinión son Friedrich Wilhelm Nietzsche y Arthur Schopenhauer.

El Paseo de Lira




Las piedras constituían los caminos.
Los parpados lucían su inutilidad,
Ya que las guías estaban pre acordadas
A las corazonadas.
La palabra que no se decía,
Era la llave para el pasadizo
Al final de la montaña.

Los senderos eran populosamente habitados
Por corazones sin rumbo
Por el tumulto de los parpados;
Seres instintivos, no caminaban.
Y quien avanzaba se alejaba del camino.

En cambio ella:
Ella brillaba sin ver y latía hacia la cima.
Su voz era inaudible para quienes escuchar decían.

Te invito a continuar leyendo mis publicaciones.
Comentá, Seguime y Compartí si te Gustó.
22



Bronca de la Lluvia Infinita



Una vez iniciada la sesión ordinaria del consejo deliberante del año 2012 la verdad, me dormí.

Ese jueves amaneció lloviendo, muy fuerte. Me levante de la cama y luego del aseo matutino me desempeñe en hacer lo que mejor un argentino puede hacer. Putear. Putear, putear, putear y putear. No había yerba. Repito ¡no había yerba! Y llovía, llovía como el cuento de la biblia, la puta carajo que bronca ¡vos podes creer que me olvide de comprar yerba! La bronca que tenía era una ira infernal. Ni siquiera Dante podría describir en que circulo de mierda me encontraba. La concha de la lora loco ¿y ahora? No voy a salir con esta lluvia de mierda. Y entonces: rugió. Un rayo proveniente de la mano de los dioses del Olimpo arranco de las lámparas su luz. Ahora si. Sin yerba, sin luz y con un humor del orto. No tuve otra opción que acostarme a ver si conciliaba el sueño.

La lluvia siguió todo el día sin para un segundo. Diluvio en Capiovi dirían las redes al día siguiente en los portales de noticias.
Tipo 19 horas me levanté y con la poca batería que me quedaba en el celu busque un paquete de velas que tenía en la alacena. Las encontré y bueno, la coloque una en un platito de café y luego en el centro de la mesa. Adormecido aun por todas las horas que pasé en la cama recosté mi pera en la mesa y mire fijamente la llama.

Es así como fue que pude encontrar…

El Cuento del Amigo (Lila)



En ese momento su mirada cambio, la mueca de su boca ya no era de alegría. Se sacó la gorra y la puso junto al café. Me miro tembloroso
   -Mirá…
Pero no dijo nada, miró por la ventana… buscando fuerzas detrás del vidrio empapado por la lluvia… se distrajo mirando el recorrido de una gota hasta que pareció encontrar las palabras.
    -A un amigo le pasó algo…- calló otra vez pero ahora más animado. El viejo
cuento del amigo empezaba otra vez. Tomé un sorbo de mi café y le propuse que continuara.
    -No se lo digas a nadie… (suplicó) menos a Lila, ella no puede saber lo que le  ocurrió
    -Lo que le ocurrió a quién?- lo interrumpí pues no era la primera vez que
intentaba utilizar esa estrategia para comunicarme algo que no le gustaba del todo.
    -Bueno… basta. Te voy a decir la verdad. No le ocurrió le nada nadie, a ningún amigo ni nada por el estilo. Es conmigo el asunto. Pero…- hizo una pausa- no se lo digas a Lila por favor.
    -Ok, ok no le voy  a decir nada, pero ¡dale, arranca de una vez
    - Mirá el jueves más o menos a las 15:10  yo estaba…

Sentir Belén

Alma que no conozco, La siento tan hermanada De sensaciones en cascada: Hablo de rastros imperdurables En caminos intangibles, ...