Lo Que el Viento se dejó
Después de
la letra el Análisis:
Ayer hablé con un tipo muy formal
Padre de familia y un marido ejemplar,
Su nombre es prometer y su apellido mentir,
Él dicta las normas y cómo has de vivir.
Déjeme decirle con mucha educación
Que mi patria es mi guitarra y mi nación
sólo yo,
Hoy quiero enseñarle mi mundo y preste
atención
A todo lo que vea y guarde bien su honor.
Conocerá usted a María,
En la esquina noche y día,
Fue violada por su padre,
La del suelo es su madre,
Ese cometió un gran fallo,
Tiene el mono y no hay caballo
Y el niño que está llorando,
Con seis años mendigando.
La única bandera que me pone de pie
Son las bragas de una mujer.
El único himno que me hace estremecer
Son dos birras y esperar a amanecer.
El borracho de la esquina
Es licenciado en medicina,
A ese viejo que empujaste,
La pensión tú le robaste
Si durmiera entre cartones,
Entre putas y ladrones,
Si pasara usted hambre y frío,
Entendería lo que digo.
Déjeme escupirle, pero con educación,
Y cuando llegue a la Moncloa haga una
comparación,
Todo lo que ha visto, esa es mi religión
Por cierto, un donativo: la cartera y su
reloj.
Lo que el viento se dejó fueron tipos como
tú.
Ni con todo tu poder nos podrás quitar la
noche.
Ni con todo tu dinero nos podrás robar la
calle.
Ni con toda tu ambición nos podrás dejar sin
sueños.
Tienes el Himno Nacional. Nosotros el
rock´n´roll.
Conociste a María y al borracho de la
esquina...
Ay, Felipe de mi vida...
Si durmiera entre cartones, entre putas y
ladrones...
“Ay Felipe de mi vida” con este primer verso arrancamos
este texto que tranquilamente puede suplantar al título de “Lo Que el Viento se
dejó” (no es una sugerencia es una apreciación para saber de qué habla). Bien,
entonces esta vez procederemos de manera distinta. Como bien leyeron, ya
inclusive le cambiamos el nombre ¿Por qué lo hicimos? ¿Qué significa? ¿Quién es
Felipe? Estas cuestiones nos ayudan para rápidamente saber de qué trata esta canción,
que si bien no es de las más poéticas que hemos visto tiene pequeños secretitos
(de jerga y contexto) que debieran prestarse atención.
Hay varios
personajes con nombres propios que intervienen, alojados en un contexto bien determinado,
hay por otro lado una crítica social hacia el estado y un levantamiento de
banderas con mucha fuerza. Pero arranquemos por sacarnos las preguntas de los
bolsillos y tirarlas al fuego. Arrancamos con Don Felipe González Presidente de España de 1982 hasta 1996 por el
Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Lo nombra casi al final de la canción,
pero no es todo sino que elije ese verso así formado parafraseando a “La
Revoltosa” (Sainete Lírico Español 1897). Sabiendo quien es Felipe nos damos
cuenta para dónde va la canción.
Empieza mostrándonos
un dialogo entre el cantante y un hombre muy formal, un padre de familia pero
lo lindo empieza cuando dice que de nombre lleva la palabra “Prometer” y se
apellida “Mentir” y es él quien toma las decisiones de como tenes que vivir “él
dicta las normas y cómo has de vivir.” A las claras habla de la clase
dominante, la clase gobernante, de saco y corbata que dispone las leyes. Continua
con tono amable diciendo “que mi patria es mi guitarra y mi nación
sólo yo, / hoy quiero enseñarle mi mundo y preste atención” de aquí en más
dedica una estrofa completa a una familia donde hay una prostituta, un
violador, una indigente, un drogadicto y un niño mendigo. “Conocerá usted a María, / en la
esquina noche y día, / fue violada por su padre, / la del suelo es su madre, / ese
cometió una gran fallo, / tiene el mono y no hay caballo / y el niño que está
llorando, / con seis años mendigando.” De esto debemos aclarar el séptimo verso, que significa que el
drogadicto tiene síndrome de abstinencia (mono) y no tiene dinero (no hay
caballo) para conseguir lo que le hace
falta, podría derivarse que también es ladrón.
En lo
siguiente se muestra rebelde hacia los símbolos referentes a un país, que son
los medios de homogeneizar las heterogéneas costumbres, diciendo “La única
bandera que me pone de pie / son la bragas de una mujer. / El único himno que
me hace estremecer / son dos birras y esperar a amanecer.”
Las descripciones
sociales se van intensificando, logra decir que la falta de empleo arroja por
la borda los esfuerzos de la profesionalización y sucumbe a una esfera de desempleados
a las desesperación e impotencia; también de las clásicas políticas de ajustes
en los sectores más desprotegidos, los pensionados (jubilaciones) “El
borracho de la esquina / es licenciado en medicina, / a ese viejo que
empujaste, / la pensión tú le robaste” y la cosa se pone más picante proponiéndole
que se tiene que poner en los zapatos de él para entender lo que dice y esto le
va a ser imposible “si durmiera entre cartones, / entre putas y ladrones, / si pasara
usted hambre y frío, / entendería lo que digo.” Fuertes palabras a las que no está
acostumbrado vivir el señor presidente.
Luego con
esculpidas palabras le sugiere que compare lo real con la realeza del Palacio
de la Moncloa (residencia del presidente y su familia) y aprovechando la ocasión
toma prestada ciertas pertenencias del dirigente. “Déjeme escupirle, pero con
educación, / y cuando llegue a la Moncloa haga una comparación, / todo lo que
ha visto, esa es mi religión / por cierto, un donativo: la cartera y su reloj.”
“Lo que el viento se
dejó fueron tipos como tú.” Título de la canción pero parafraseando al libro “Lo que el Viento se Llevó” que desarrolla una
historia en torno a un guerra civil, así cambia guerra por viento
lamentando lo que esta mata; pero en nuestro caso la guerra civil mata
inocentes y nos deja a los peores. Le aclara en los versos posteriores que el
poder, el dinero y la ambición no podrán sacarles los sueños, las calles
(experiencias) y la noche (diversión). “Ni con todo tu poder nos podrás quitar la
noche. / Ni con todo tu dinero nos podrás robar la calle. / Ni con toda tu
ambición nos podrás dejar sin sueños.” Levantando la bandera de la rebeldía
bien alta dice “Tienes el Himno Nacional. / Nosotros el rock´n´roll.” Le recuerda “Conociste a María y al borracho
de la esquina...” y aquí recién nombra el verso con el que comenzamos
el texto “Ay, Felipe de mi vida...” como suplicando que aterrice en la
realidad, de la cual habló antes “si durmiera entre cartones, entre putas y
ladrones...”
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