La Bestia, Ella y Yo



Las cuentas no me dan ¿Quién sabrá por qué?


Los jueves era el éxtasis. El día más hermoso de la semana. Hoy borraría ese día. La persona que más disfrutaba de su compañía es de la que hoy no puedo aguantarle mirada. Me quema el pecho, la culpa, la desesperación y huyo. Corro. No me puedo quedar sabiendo de su presencia. Me duele la vida (la conciencia). Le fallé. Y me di cuenta del monstruo que llevo dentro. La bestia consume mi vida y por lo visto también a ciertas personas que se acercan a mi corazón. La bestia (que soy yo) tiene por colchón la depresión, por amistad la soledad, como deporte la ensoñación y como hobby… destruir mis buenos momentos. ¿Autoboicoteo? Nah. La bestia duerme conmigo y solo suya quiere que sean mis emociones y sentires, me siento preso de ella, de mí mismo. ¿Ella? ¿A quién te réferis? ¿A la persona que no deja que respires sin que menciones su nombre o la Bestia que no deja de comerse una y otra vez tus mejores recuerdos de ella? Recordar, vivir dos veces, olvidarse modificando el recuerdo para que sea futuro, futuro imposible, anhelo de irrealidad, sufrimiento continuo, infinito.


Jueves. La Bestia, ella y yo.

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